A muy corta edad mamá no podía dejarme a cargo de otra persona,
por eso yo permanecía en el trabajo de ella cuando no estaba en el hogar
infantil. Debido a eso decidió que era hora de leer; por lo que comenzó
escribiendo letras gigantes en un cuaderno para que yo las pintara y
fuera aprendiendo sus sonidos, de esa forma mientras mis compañeros
aprendían las vocales yo ya me sabía el abecedario.
Tiempo después ella me compró Nacho lee de
Jorge Luis Osorio Quijano y pasada una semana ya deletreaba el libro completo luego entró a la
primaria leía cuentos infantiles a mis compañeros. Luego ya estando en 5 de
primaria el gusto por la lectura era más reducida y debido a esta situación un
conocido de la familia le dijo a mamá que porque no leía el Quijote de la
mancha; lo leí y pensé que me haría ganar más amor a la lectura pero lo que
hizo fue que le cogiera respeto y leer sólo cuando es debido, de pronto no
salieron las cosas como mamá y su amigo pensaron pero me gusto haberlo leído.
1 comentario:
Es elocuente tu información,mas el orden lingüístico de la forma de las palabras aveces produce confución en ciertos aspectos de orden; De todas formas esta muy bien tu texto.
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